Los diez mejores lugares del mundo para tomar té
Cualquier viajero que se precie de tal incurre en la sana costumbre de consultar la prestigiosa guía
Lonely Planet
, un site que hace las veces de brújula premium. Allí se puede descubrir un variopinto decálogo de tópicos vinculados con el placer de lanzarse a descubrir latitudes. La cuestión es que los editores de la página elaboraron una minuciosa lista de
los diez mejores lugares del mundo para degustar una taza de té
. Aquí están, éstos son los elegidos.
LONDRES (INGLATERRA)
El té de la tarde en el
Ritz
es uno de los hechos ineludibles en la vida de cualquier mortal: teteras de plata y porcelanas chinas se eslabonan a la cuatro bajo las bóvedas y las arañas de cristal de
Palm Court
. Aniquila cualquier presupuesto, pero la experiencia lo vale: en este magnánimo hotel se han servido exóticas infusiones a personalidades gloriosas, desde el Rey Eduardo VII hasta Charles Chaplin. Para formatos low cost, se puede acudir a reductos como la cadena
Classic Cafes
, una cafetería que ostenta un adorable mostrador de fórmica de los años cincuenta, una verdadera especie en extinción.
TREN TRANSIBERIANO (RUSIA/ASIA CENTRAL)
La mejor manera de completar el épico viaje de seis días, sin escalas, a bordo del mítico
Transiberiano,
el tren que
une Moscú y Pekín
, es hacer buenas migas con los compañeros de travesía, que abarcan desde
workaholics
rusos a comerciantes mongoles o monjes budistas. Cada vagón cuenta con un
samovar
con agua caliente, de espíritu comunitario, donde uno puede rellenar su taza para sobrellevar las gélidas marcas siberianas. Los locales suelen repetir el adagio “tener un asiento junto al samovar”, que destaca la importancia de charlar placenteramente disfrutando de eternas tazas de té. Más allá de la vivencia memorable de las nieves a través del vidrio empañado, compartir infusiones con amigos recientes mientas se contemplan los paisajes que se van transformando en la transición entre Europa y Asia es un placer aparte.
SUDAMÉRICA (PARAGUAY, URUGUAY Y ARGENTINA)
El
mate
es la bebida nacional de esta
trilogía del cono sur latinoamericano
. Realizado con hojas secas de la planta de yerba mate, los guaraníes aseguran que el mate fue un regalo de la diosa de la luna a los humanos por haberla salvado de ser engullida por un jaguar. Beberlo es simple: una bombilla de plata y la guampa, la calabaza vacía donde se coloca la yerba.
YUEYANG (CHINA)
Desde que la primera hoja de té que cayó por azar en la taza de agua caliente del emperador Shennong hacia el 2700 antes de Cristo, el pueblo chino no ha dejado de ensalzar las virtudes medicinales y sociales de esta bebida. Para una taza especialmente buena, hay que dirigirse a la
Isla de Junshan
, en el lago Dongting, a 45 minutos en barco desde Yueyang. Hogar de una tortuga dorada única, la isla también nutre los arbustos que producen el exclusivo té de aguja de plata, uno de los más excéntricos de China, amado por los antiguos emperadores y del cual se presume que tiene el poder de prolongar la vida.
DESIERTO DEL SAHARA (ÁFRICA)
Un té en las extensas arenas del Sahara, en el norte de África. Para los pueblos nómades locales, beber té requiere paciencia y dedicación. La ceremonia indica cumplir con tres rondas, cada una de ellas con un sabor distintivo. La primera se dice que es fuerte como el amor, la segunda amarga como la vida y la tercera dulce como la muerte. La costumbre está más vinculada a forjar amistades en las tiendas alineadas sobre las dunas del desierto que a saciar la sed. Holgazanear bajo las sedantes palmeras cargadas de dátiles en el oasis de Terjit, en
Mauritania
, o adentrarse en las arenas de Ghat, en
Libia
, para encontrar a las tradicionales ceremonias del té, dos imperdibles de quienes elijan esas latitudes.
UJI (JAPÓN)
Uji es la
capital japonesa del té
. La ciudad repleta de templos es famosa por su té verde, que crece en abundancia y se hace presente en las tradicionales cajas de madera agolpadas en las estanterías de las tiendas, en los fideos y en los helados. Sin embargo, para entender la importancia de esta bebida, se debe asistir a la tradicional ceremonia del té o chanoyu. En las diminutas habitaciones forradas con tatamis de la casa de té
Taiho-an
, recoletas mujeres envueltas en kimonos sirven el té con formalidad. El ritual incluye hermosos utensilios, delicadeza en los modales y vajilla soñada.
CAMINO DEL INCA (PERÚ)
A una altura de 4000 m, cercado por altos picos y en búsqueda de aire, pero con la determinación de alcanzar las cumbres de la increíble
Machu Pichu
, uno necesita té de coca. Altamente apreciado por los habitantes de los Andes, esta bebida amarga no se destaca por su sabor, pero las
hojas de coca
con las que se elabora ayudan a incrementar la capacidad de absorción de oxígeno de la sangre. La infusión representa una solución natural al mal de altura. El mejor lugar para probarlo es en algún rincón secreto entre las montañas, en un valle lleno de ruinas del antiguo
Imperio Inca
.
BOSTON (EE.UU.)
En 1773, los habitantes de
Boston
se alzaron en una revuelta y echaron al mar la preciada carga de tres barcos ingleses que se encontraban fondeados en el puerto: alrededor de 24 millones de tazas de valioso té. En la actualidad, una placa conmemorativa de esta tragedia se exhibe entre las calles Congress y Purchase, pero es mejor visitar la gran
Old South Meeting House
, donde los manifestantes fueron azotados por orden de Samuel Adams. Para otras variedades, el turista se puede dirigir al
mercado chino Ming
, que ofrece cientos de blends y hebras que, según aseguran los locales, son capaces de curar toda clase de afecciones.
DARJEELING (INDIA)
El viaje comienza en un tren con destino a
Darjeeling
, con el grito de los
chai wallahs
paseándose por los andenes y pregonando su néctar condimentado con masala. La propia Darjeeling no tiene nada que ver con esta escena enardecida. Después de cambiar al estrecho tren que conduce a esta estación de montaña, a 2000 metros de altitud, uno se encuentra rodeado de té: en los cafés, los bazares y las laderas de las montañas, con el imponente
Himalaya
como telón de fondo. Entre los meses de abril y noviembre, período en que se recolecta y procesa el té, se puede hacer una excursión a las plantaciones y maravillarse con los hallazgos que ofrece el proceso de manufactura.
HILL COUNTRY (SRI LANKA)
La
región centro-sur de Sri Lanka
vista desde el Google Earth aparece como una megaextensión de color verde monolítico. En estas montañas, cubiertas con plantaciones de té desde finales del siglo XIX, el color de la esperanza sólo está interrumpido ocasionalmente por el colorido de los saris de las mujeres que recolectan las hojas.
Nuwara Eliya
es un buen lugar para disfrutar de una excelente infusión. Con su campo de golf de 18 hoyos y su club de campo puede incluso resultar más inglés que la propia taza de té. También es posible tomar un tren hasta el valle de Bogawantalawa, donde uno puede caminar o ir en bicicleta entre las viejas aldeas de las plantaciones y hasta animarse a recoger algunas hojas de té.