
Comenzamos a recorrer un nuevo ciclo de 365 días. El año que se inicia nos depara una infinidad de sueños por alcanzar, de proyectos que aguardaron latentes su momento y de espacios vacíos que se llenarán de vivencias y aprendizajes. En ese trayecto, el té acompañará en el sosiego del descanso, entre la vorágine del esfuerzo y la reflexión necesaria para seguir adelante. Las hebras se entremezclarán con los afectos y las obligaciones, con la serenidad y las urgencias. Y su aroma milenario se eslabonará con el placer y el sabor que cada infusión de Irimi, concebida con amor y minuciosidad, aporta a quienes saben disfrutar y entienden que la vida es una sucesión de instantes que encuentran sentido en el todo del devenir. Felíz Año Nuevo.

