Cerveza de té verde y yuzu

En japonés, Iki significa vida. Este es el nombre que el holandés Arjen Hamelaar le puso a su creación: una cerveza elaborada a partir de té verde y el perfume del yuzu. Además de sus propiedades antioxidantes, el té verde aporta un aroma delicado. El yuzu es un cítrico japonés muy apreciado, cuyo aroma se asemeja a la mandarina y al limón. La cerveza Iki nació de la fusión de la paz del monasterio japonés y de la tradición cervecera belga. Su creador pasó tres años en un monasterio y cuando volvió a Europa ya tenía la idea en su cabeza: el joven emprendedor deseaba crear una bebida que aunara el sabor de la cerveza belga y las propiedades antioxidantes del té verde. La cerveza combina el rigor de la bebida reina de Bélgica y el valor saludable del té verde. Se trata de una cerveza de alta fermentación, elaborada siguiendo el típico proceso belga y partiendo de agua, malta de cebada, de trigo, lúpulo y levadura. Iki es un producto artesanal, sin filtrar y de certificación ecológica, ya que en su elaboración no se utilizan conservantes, colorantes ni aromas artificiales.  Su grado alcohólico es de 4,5, lo que la hace ideal para acompañar cualquier tipo de comida o aperitivo.